viernes, 4 de julio de 2008

La ultima lluvia

Ya eran tiempos lentos, la vida había dejado de ser dinámica, el dinero ya no existía, la gente cambiaba sus antigüedades por pedazos de arroz, los animales mordían los cadáveres de las viejas que la gente utilizaba para construir zapatos y cinturones.Eran tiempo violentos, sobretodo porque ya no había sol, el cielo era permanentemente gris con tonos amarillentos o violetas, los gordos fueron los primeros en morir, su carne servia para nutrir a unos extraños seres que salían del mar que ya había comido unos 200 o 400 kilómetros de costa en algunos lugares, estos seres comían cualquier cosa, sobretodo gordos y viejas, se decía que eran humanos que habían sufrido la radiación de la ultima guerra por la libertad de Estados Unidos, pero su aspecto mas bien aparentaban a especies de perros salchichas cabreados.Los antiguos conceptos de solidaridad, economía, ahorro eran cosas tan extrañas como el sol, los seres humanos se limitaban a matarse unos a otros únicamente para comerse, las bolsas de mierda volaban sin limite, ya sin uñas, pelo ni sonrisas pocos niños jugaban, muchos escupían la espuma que se les formaba en la boca por la constante lucha del cuerpo contra la contaminación, se había destruido el concepto de familia y muchos volvieron a vivir en cuevas que ahora estaban formadas por escombros, los clanes intentaban simplemente sobrevivir y cuidar a las pocas mujeres fértiles que quedaban para intentar tener niños sanos ya que sabían que día a día iban muriendo, muchos perdieron la movilidad de sus extremidades y simplemente murieron en las calles, pozos o almacenes abandonados, morían de hambre, soledad, locura o sed, nadie sabia ni le preocupaba, ya ni siquiera les contaban, ni hacian estadisticas con ellos.

Yo les miraba y destapaba otra chela de mi neverita, liaba un canuto y disfrutaba de la verdad, mientras otros seguían intentando engañarse con perfumes y ropa limpia yendo a lo que quedaba del corte ingles para simular comprar las ultimas tendencias de la moda, pero en realidad solo querían comerse a las dependientas muertas en su interior

1 comentario:

unión dijo...

buena historia, realidad cruda que te da ganas de amputar tu aparato reprodutor, por que yo soy azul y confio en el profeta, anonimo hijo puta.