Perillas se va a Alemania

Eran tiempos difíciles en el país de los zaplanas y los zapateros, la gente ya no podía comprar toda la mierda que quería y los parados se disputaban en crueles batallas sangrientas, los pocos bancos que quedaban libres en las plazas de Valencia. La crisis afecto a la construcción, luego a los servicios y por último a los imbéciles y ahí entra nuestro amigo Perillas en juego. Ya no eran tiempos de tener imbéciles en plantilla, la inutilidad laboral que hace menos de un año era una simple característica, ahora en tiempos de super-produccion, ahorro y explotación del ser humano y seres no-naturales como perillas se ha convertido en un inpedimiento, ya las empresas no pueden tener imbéciles que no sepan hacer nada, por lo tanto Perillas ha perdido su empleo y a pesar de que ha buscado intensamente otro empleo, debido a su fealdad, olor a perro humedo y demás virtudes no ha encontrado nada, por lo tanto solo queda una solución: Ponerse ropa interior limpia y emigrar a Alemania.

Alemania aun puede absorber población imbécil proveniente de países del segundo mundo como Italia, Portugal, Malta (que feos que son estos hijos de puta), Estado español y Grecia, allí son tan eficases que contrarrestan la inutilidad del Perillas, el dice que va a trabajar de recepcionista de un hotel por la zona de Munich, per según se comenta en el barrio, lo han contratado como árbol de navidad para un centro comercial, su función seria pintarse de verde, ponerse guirnaldas y engancharse manzanas rojas al cuerpo, luego por 1 euro los niños podrían tomar carrera y pegarle una patada en las pelotas.

Iremos contando las vivencias y situaciones de este homopido en el país de los nazis, los punks, las bicicletas, la nieve y la cultura alternativa.