Una historia basada en hechos completamente reales con algunos variaciones en el tiempo y adiciones a efectos dramáticos.
Era un día como cualquiera en Mazariegos (Palencia), salvo por un detalle, la abuela no paraba de Blasfemar desde hacia dos horas, normalmente blasfemaba de 7 a 7:45am, pero ya eran las 9am y no había parado, finalmente a las 9:13am nos llamo a mi y a mis 22 hermanos a una reunión familiar en el establo, como todas las reuniones la abuela sacaba una garrafa de orujo y nos daba un chupito a cada uno, ese día tenia una mala noticia que dar, Rajoy había quitado las ayudas a familias numerosisimas Palencianas para destinar esos fondos a subvencionar los colegios católicos de niñas buenas, rubias y con dos trencitas, por lo que dejaba en el único ingreso de mi familia la leche, el vino tinto y el pan de espelta que vendíamos en el mercado los martes.
La abuela saco un baúl de madera, donde todos pensamos que guardaba al abuelo descuartizado, que misteriosamente desaparecido en 1998, pero no era así, tenia algunas cosas que llamaba tesoros, nos puso en fila y nos junto en varios grupos, a nosotros nos dio 3 monedas de dólar visigodo de oro, nos dijo: “hijos mios, Rajoy vino para quedarse, ya no hay esperanzas, iros a una gran ciudad, trabajad y traed trigo y maíz cuando podáis. Id a Valencia, os sentiréis como en casa, al fin y al cabo somos todos alencianos, id, no miréis atrás, no os despidáis de vuestros hermanos que son muchos y perdéis mucho tiempo, creo que el próximo burro a la capital sale en 20 minutos, id”.
Luego de un viaje de 3 días llegamos por fin a Valencia, vestidos con la única ropa que había conocido nuestros cuerpos, un jersey de arpillera, unos vaqueros remangados y los pies descalzos y rojos de pisar el vino, era un miércoles a la noche y le preguntamos un ciudadano que se solía hacer en esa ciudad los miércoles por la noche, a lo que nos comento que la gente del pueblo se reunía a escuchar Fado y tomar xelas, nos indico el camino y nos cambio nuestros 3 dolares visigodos de oro por 20€ y tres litronas, que era lo que tenía en el bolsillo y salio corriendo no se porque.
Entramos a una taberna, donde nos sorprendió la forma en que pedia la comida la gente al camarero, primero entro una pareja de recién casados, la novia justo al entrar rompió un envase de vidrio y le dijo al camarero en un idioma extraño: “Bona nit, Fill de puta! Vull un blanc i negre, amb pa calent de hui “ atrás entró su novio que casualmente rompió otra botella y dijo “Bona nit fills de puta! Vull follar ara i en aquesta taula, em dona igual amb qui, que siga home, dona o animal, mentres que no siga la meua dona” ambos consiguieron lo que querían, por lo que entramos rompimos las litronas, yo le puse un cristal roto a una vieja que jugaba al parchis y dije en Palenciano que es como el castellano pero con un trozo de queso manchego en la boca “Bon anis putas! Queremos un surtido de 15 tapas por 15€ y 5 tercios en oferta a un euro cada uno o le corto el cuello a la vieja de mierda esta y dejo todo sucio de sangre vieja”, el camarero hizo un gesto con la cabeza como aceptando nuestro pedido y nos sentamos.
Empezamos a comer y se nos acerco una damisela anarquista-individualista conmocionada por nuestros pies rojos y sucios, le invitamos a la xela que nos sobraba en la mesa y llamo a un mercader, al cual le compro varios calcetines de altísima calidad y deliciosos al tacto, nos los regaló y nos explico para que servían y como se usaban, solo uno de nosotros logró entenderlo y se los puso, la damisela ordenó al mesero traer varias rondas mas de xela y ya cuando terminamos de cenar, pagamos con nuestros 20€, destrozamos los platos y botellas y nos fuimos a presenciar el Fado.
Ya en el fado y a las 6 o 7 canciones, el cantante portugués se hartó de escuchar su propio canto y pidió un tiempo muerto para salir a fumar un chino de heroína, nosotros aprovechamos para salir a tomar el aire puro Valenciano y hacer lo que hace cualquier Palenciano en un concierto de Fado, estar fuera tomando xelas y cantando canciones de extremoduro, los suaves, el himno brasilero y el himno español con letra, al acabar los cánticos, inesperadamente el único de nosotros que supo usar eso que llaman calcetines, comenzo a hacer la típica danza de agradecimiento, que solíamos hacer en la aldea como ritual pagano de agradecimiento por los que nos brindaba la tierra, esta danza que nunca se había echo en una ciudad, provoco la admiración y el despertar de un ser extraño, un ser rodeado de una luz amarilla y con varios apuntes bajo el brazo, se nos acerco y se presentó como un profesor de física de la Universidad y un ente mágico astral, actualmente con los recortes en educación había perdido su puesto de profesor y solo era un ente mágico astral, por lo que tenía mas tiempo para tomar xelas en la terraza del bar de Fado, anonadado por la danza del agradecimiento, prometió una gran sorpresa y se metió dentro del bar, hicimos varias conjeturas, sobre si mataría al cantante, sobre si se pondría a cantar el o si traerías mas xelas, finalmente y sin mediar palabra salio del bar con una bola blanca, supusimos una bola mágica, se sento en su mesa donde tenia aun medio tercio sin acabar y un envase de xela roto (algo comun en los bares por la forma de pedir comida de los Valencianos), continuo unos minutos en la mesa admirando su bola magica y de pronto desapareció sin dejar rastro y sin darnos la puta sorpresa.
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