domingo, 21 de noviembre de 2010

Mi infancia en la aldea Nepalí

Cuando yo era niño vivía en una aldea sin agua, luz, tdt ni grandes eventos como la formula 1, increíblemente la gente vivia igual, incluso algunos eran felices, no entiendo como la gente puede ser feliz sin microondas ni home cinemas pero lo eran.

Solia salir a cabalgar montado en un carro tirado por dos gallos forzudos, recorria las aldeas vecinas y siempre iba a jugar al patio de estiercol de una familia de carpinteros, hacia armarios empotrados, sillas para viejos, cerramientos y cosas asi, en la familia esa habia una jovenzuela de mi misma edad, en realidad en mi aldea uno podia tener cualquier edad porque nadie tenia pasporte vigente, incluso habian un viejo de 98 años que se hacia pasar por quinceañero para entrar a las matines y ojear a las chicas, el portero le solia dar con una yunke en la espalda cada tanto pero el viejo insistia y la suprema corte nepalía habia dado su visto bueno a sentencia para que este viejo pudiera entrar, nadie habia podido probar su edad real, entonces nuestra infancia era feliz apesar del viejo ese, correteábamos por la aldea, subiamos la montaña, nos tirabamos en rolling, hacíamos bolas de barro y las tirabamos a las abuelas, plantábamos maiz, jugábamos con una pelota atada a un palo, mediábamos, cantábamos a Buda y algunas cosas mas, pero un dia llego un tipo con una camiseta floreada, un telescopio, una bandera de estados unidos y un maletín, dijo que la aldea era una mierda, que lo que necesitabamos era un centro comercial, asi que sin pensarlo lo invitamos a tomar el té y a presenciar la danza del vientre nepalí, que lamentablemente el único habitante que sabía danzarla era el gordo Pier que lo hacia bastante mal y daba mucho asco, mientras el tipo estaba entretenido, comenzamos una fabricacion de yunques de madera en serie, en una hora teníamos un yunque por hombre mayor de 6 años, le invitamos a salir de la tienda, el tipo estaba hipnotizado con el gordo Pier y no paraba de decirle ordinarieses en ingles, pero finalmente salio y toda la población de la aldea tomaba carrera, picaba en un roble y arremetia con el yunque en la espalda del occidental. El tipo quedó inconsciente y despertó al cabo de un mes, estaba feliz porque creía que era un ritual de iniciación entonces, volvimos a darle con el yunque todos en fila, uno a uno, ya cuando despertó hizo la maleta y se fue.

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